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Edificio GOe
Concurso: Seleccionados fase 2
Promotor: Basque Culinary Center
Situación: Donostia-San Sebastián
Año: 2022
Sup. aprox.: 15.000 m2
Estado: Concurso
Con: Toyo Ito Architects
TOPAKETAK es una arquitectura de encuentro para la gente, es más que un lugar: es el encuentro entre…
…El barrio de Gros y el monte Ulia…
…Donostia y el mundo…
…El Cielo y la Tierra…
…La naturaleza y la tecnología…
…La materialidad y la sensibilidad…
Topaketak fusiona los 5 sentidos, como se produce en el arte de la gastronomía.
El proyecto se sitúa en un punto privilegiado de transición entre el monte Ulía y el barrio de Gros. Es en este encuentro monte-urbe donde se fragmenta en dos volúmenes y el manto verde se desliza entre los mismos, convirtiéndose en cubierta del edificio y abriendo el paso desde Ulia hacia la ciudad; por otro lado, la vitalidad del barrio de Gros se permea por la fachada, adentrándose hacia Manteo.
El edificio está articulado por 6 patios -o "cestas"- y por esbeltos pilares en el perímetro de la fachada. Sustentan el edificio sin la necesidad de construir soportes verticales adicionales; de esta manera conseguimos un espacio totalmente diáfano y flexible.
Es en esencia un ágora horizontal de encuentro y donde dan comienzo las historias.
Las 6 "cestas" articulan este espacio horizontal Ágora para cada zona de los distintos usos, pero al mismo tiempo conectan los espacios verticales.
Las visuales se cruzan entre los niveles y se insinúan las diferentes actividades de cada zona, sin por ello perder el control de seguridad y confidencialidad. Tres de las "cestas" están concebidas espacialmente para dar luz y ventilación natural al espacio diáfano; el resto da cabida a los flujos verticales, tanto de personas, productos y materiales como de instalaciones. Al mismo tiempo, elevan las plantas de BCCinn hacia el cielo creando el jardín horizontal, totalmente abierto al barrio y la ciudad.
Con estos conceptos potenciamos un espacio en el que la creatividad, la innovación y el desarrollo aplicados a la gastronomía, se transformarán en un motor de desarrollo económico y social que servirá de medio para expresar valores culturales y de identidad.
Se proyecta, por tanto, un edificio que conecta con el lugar, y que busca conscientemente esta conexión para poder encarnar su presente y fluir con la modernidad, con capacidad de adaptarse a las futuras necesidades.